Si Dios conmigo quien contra mi es una de las frases más conocidas en la Biblia. La palabra de Dios está repleta de innumerables promesas para aquellos que deciden creer en lo que él Padre ha prometido por medio de su Hijo.
Es más, una de las promesas bíblicas más nombradas por los creyentes a lo largo del tiempo es la cita que se encuentra en Romanos 8:31 “¿Pues qué diremos a esto? Si Dios por nosotros, ¿quién contra nosotros?” Reina Valera 1960.
En esta perla, hay un poderoso mensaje que trasciende más allá del mundo natural que nos rodea. Esta palabra, habla acerca de las bondades de Dios, y como su poder puede guardarnos sobrenaturalmente.
¿Cómo esto puede ser posible? Esta promesa y como todas que tiene la biblia, solo es posible acceder a ellas a través de la fe, dejando a un lado el conocimiento y la lógica para disfrutar de los beneficios que Jesús nos otorgó con su sacrificio en la cruz.
Ahora bien, es importante entender en qué contexto histórico en el cual el apóstol Pablo escribe este capítulo de Romanos.

¿Cuál es el contexto en Romanos?
Romanos es una carta que fue escrita por el apóstol Pablo a los creyentes en Roma alrededor del año 56-58 d.C. En ese momento, Pablo nunca había visitado Roma, pero el cristianismo parece haber estado presente allí durante varios años.
Aunque la intensa persecución bajo el emperador Nerón aún no había comenzado, solo unos pocos años después de la escritura de la carta de Pablo, los cristianos serían culpados por el incendio de Roma. El sentimiento contra ellos ya era un problema.
Para entender un poco más, hay que leer versículos anteriores a este donde Pablo expresa muy bien los beneficios de la iglesia.
Entonces, en el versículo 1 de Romanos 8 cita “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu” Reina Valera 1960.
De tal forma que, todos aquellos que han nacido de nuevo y se han arrepentido, y convertido son los que andan conforme al Espíritu, por tal razón ninguna condenación hay para ellos.
¿Quién puede estar en contra de nosotros?
Esta pregunta es un poco retórica, pero de forma indirecta lo que quiere decir es que nadie puede hacernos daño porque Dios está con nosotros. Ahora, ¿quién o quiénes son ese alguien que nos puede tocar?
En un mundo natural, fácilmente podemos pensar que esta pregunta está dirigida a las personas, es decir, aquellos con quienes convivimos a diario. Pero, sería difícil pensar que una persona con la cual compartes a menudo puede hacerte daño.
Es por este motivo, que hay que mirar este versículo de manera espiritual. Entendemos, que existe un mundo espiritual, el bien que es el Reino de Dios y, por otro lado, el reino de las tinieblas dirigido por el adversario.
Tienes que considerar que lo que ves, fue hecho de lo que no veías. Entonces, lo que no te puede tocar es aquello espiritual que no ves con tus ojos naturales. Es decir, espíritus malignos, ya que ellos no tienen el poder para hacerlo.
Aunado a esto, es otra forma de decir, «no hay nadie que pueda ser más poderoso que Dios» o «nadie puede destruirnos».
La idea no es que nunca nos enfrentemos a la oposición; es simplemente que nuestra oposición está condenada al fracaso.
Puede que estén en contra nuestra, pero no con éxito contra nosotros. Ya que Dios está de nuestro lado, no tenemos nada de qué preocuparnos.
¿Cómo sabemos que Dios está con nosotros?
Sabemos que Dios está por nosotros porque nos ha dado a su Hijo. Para afianzar esta creencia, lee los versículos 3 y 32 del mismo capítulo 8 de romanos.
Versículo 3 “Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condeno el pecado en la carne” Reina Valera 1960.
Que mejor prueba que esta, que el Padre haya enviado a su Hijo para pagar el pecado de toda la humanidad. Seguramente, esto es prueba suficiente de que Él nos ama.
Y nota, que el versículo 32 dice no solo que Dios no retuvo a su propio Hijo sino que lo entregó por todos nosotros “El que no escatimo ni a su propio Hijo, sino que lo entrego por todos nosotros, ¿cómo no nos dará con él todas las cosas?” Reina Valera 1960.
En ese versículo, sin duda se hace referencia al propósito por el que Cristo vino al mundo, que era convertirse en un sacrificio por nuestros pecados y ofrecerse a sí mismo en la cruz del Calvario.
Igualmente, Dios garantiza darnos «todas las cosas», es decir, todo lo que necesitamos. Claro, debemos creer que Él es suficiente y lo llena todo en nuestra vida.
Además, otros versículos que se relacionan con este sacrificio de amor que Cristo realizo se puede apreciar en los siguientes versículos:
- Juan 1:29.
- 2 Corintios 5:21.
- 1 Pedro 2:24.
Dios nos ha dado su Espíritu
Otra manera de saber, que Dios está a favor nuestro es porque nos ha dejado al Consolador, El Espíritu Santo.
A su vez, la persona del Espíritu Santo se menciona veinte veces en este capítulo. Ahora, ¿Por qué Dios nos ha dado Su Espíritu? La razón por la cual él Padre nos bendice con su presencia a través del Espíritu Santo son los siguientes:
- Él ha venido a vivir en nosotros (verso 9). Y esto es una verdad, si como creyente ya no militas en la carne, sino en el Espíritu. Porque de lo contrario eres hijo del maligno.
- Él vive en nosotros para dar vida (verso 10).
- Su morada garantiza nuestra resurrección (versículo 11). Cabe destacar, que debes permanecer todos los días honrando y creyendo en su nombre.
- Él es nuestro guía constante (versículo 14). Él nos guía según la voluntad de Dios. Es importante, que te dejes dirigir por Dios, Él es el que conoce que es lo mejor para tu vida, porque Él fue quien te creo.
- Él nos da la seguridad de que realmente somos del Señor (versículo 16).
- Él habita en nosotros para ser nuestro guía (versículo 26). El Espíritu lo que hace es revelarte la voluntad del Padre. Es una persona, que te acompaña y te enseña el camino que debes seguir.
Hijos de Dios
En el versículo 17 del capítulo 8 del libro de Romanos dice “Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados” Reina Valera 1960.
Él es nuestro Padre Celestial y podemos pronunciar esas palabras «Abba, Padre», el primer grito de reconocimiento y relación de un niño. Pero, el versículo 17 nos dice que en realidad somos herederos de Dios y coherederos con Jesucristo.
Dios es nuestro Padre eterno, con su amor y su ayuda podemos vencer cada adversidad. Es más, si su palabra esta guardada en tu corazón, y la colocas por obra es una evidencia de su perfecto amor en tu vida.
Pablo explica que nuestros sufrimientos actuales palidecen en comparación con la gloria venidera.
El Espíritu estará con nosotros para ayudarnos, y Dios hace todas las cosas para el bien. El cristiano está destinado a ser conformado a la imagen del Hijo, llamado, justificado y glorificado, tal como cita Romanos 8:29-30.
¿Qué nos puede separar del amor de Cristo?
Nada absolutamente nada, nos puede separar del amor de Dios. Aunque, los ataques del maligno quieran asechar tu vida, Dios te recuerda una vez más por medio de su palabra que Él está contigo, y que nada te puede hacer daño.
Además, te recuerda que nada te apartara de su amor, tal como se lee en el capítulo 8 verso 35 “¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?” Reina Valera 1960.
Más adelante, en los versículos 37, 38 y 39 Pablo afirma que nada puede moverlo de la presencia del Señor. Versículo 37 “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó” Reina Valera 1960.
Versículo 38 “Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,…” Reina Valera 1960.
Versículo 39 “ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro” Reina Valera 1960.
Todas estas promesas, son las que Dios tiene preparados para aquello que creen en su nombre. Y lo mejor, es que puedes tener acceso a ellas con la fe en este preciso momento. Porque la fe debe ser activa, y ella se manifiesta ¡Aquí y ahora!
Dios es nuestro ayudador
Cuando Pablo escribe «Si Dios está por nosotros, ¿quién puede estar contra nosotros?», está comparando la oposición terrenal con el poder y la presencia eterna de Dios Todopoderoso, y declara el ganador. Nadie puede superar el amor de Dios por nosotros.
Jesús enseñó lo mismo. En Lucas capítulo 12 verso 4, Jesús dijo «Mas os digo, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después nada más pueden hacer” Reina Valera 1960.
Y en el verso 5 dice, “Pero os enseñaré a quién debéis temer: Temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno; sí, os digo, a éste temed” Reina Valera 1960.
Dios es el único que puede y tiene la autoridad para disponer de una vida. No importa lo que nos pueda hacer el hombre, hay una realidad más elevada. Hay una guerra más grande, y Dios es el ganador final.
Pin para compartir: https://www.pinterest.com/pin/670332725776198720/